Para los trabajadores de las refinerías de petróleo, la vida no es fácil. Una combinación de largas jornadas, trabajos mental y físicamente agotadores y -según la ubicación- la distancia de la familia y los amigos puede repercutir en el estado emocional de los empleados del lugar. Puede no parecer un gran problema, pero la moral de los empleados puede tener un impacto directo en tu cuenta de resultados. La productividad, la eficacia y la calidad del trabajo se resienten cuando las personas se sienten infravaloradas, infelices y con exceso de trabajo. Y en lugares como las refinerías de petróleo, mantener alta la moral es especialmente importante por la naturaleza del trabajo. Pero, ¿cómo mejorar la moral de los empleados cuando las refinerías de petróleo parecen tan intrínsecamente limitadas? Siempre que tengas un poco de espacio, un edificio prefabricado de acero puede ayudarte a empezar. He aquí algunas formas de utilizar los edificios de acero para levantar la moral de los empleados.
Zona de comer
Una idea sencilla pero eficaz. Los edificios de acero pueden utilizarse para crear un espacio centralizado de cocina/comedor para tus empleados a un precio muy asequible. Esto ayuda a mejorar la moral porque permite a los trabajadores reunirse, hablar y fortalecer las relaciones. Una mejor relación entre los trabajadores significa una mayor capacidad para trabajar en equipo. Además, como las naves de acero se ofrecen en varios tamaños, siempre es posible encontrar la estructura que pueda capacitar al número de empleados de la obra.
Sala de estar o sala recreativa
A veces, la gente necesita relajarse y despejarse. ¿Qué mejor manera de fomentar la renovación mental y física que disponer de una sala de estar o de recreo? Las naves de acero facilitan la instalación de este tipo de espacios por su sencillez. Pon unos sofás, una mesa de ping pong y/o billar y una diana de dardos en tu estructura y tendrás una sala de estar rentable y totalmente funcional para tus empleados.
Gimnasio y Centro de Fitness
Se ha demostrado que el ejercicio aumenta la conciencia mental, impulsa la productividad y contribuye al bienestar general del individuo. Proporcionar a tus empleados un lugar donde ejercitarse les permitirá -a ti y a ellos- experimentar los beneficios que conlleva el ejercicio regular. Y no tiene por qué ser una instalación muy elaborada; con un edificio de acero asequible que contenga la combinación adecuada de equipos, puedes proporcionar un gran gimnasio sin arruinarte. Un pequeño coste inicial puede producir un importante retorno de la inversión a largo plazo. A fin de cuentas, los empleados de las refinerías de petróleo tienen ocupaciones duras. Hazles saber que aprecias su contribución proporcionándoles comedores, salas de recreo o gimnasios, y verás cómo se dispara la moral (y la productividad) de los empleados.
