Todo jinete se enorgullece de cuidar y montar a sus caballos. Para muchos, sus caballos son su pasión y aspiran a proporcionarles un entorno óptimo. Cuando se trata de montar a caballo, el exterior es un lugar peligroso para ti y para tu caballo. Las superficies al aire libre son impredecibles, tienen un grado inconsistente y pueden ser muy resbaladizas. Lo último que desearía cualquier amante de los caballos es que resbalaran en una superficie húmeda o inconsistente y se lesionaran, o peor aún, que te lesionaras tú. La mejor solución para montar con seguridad y comodidad es construir tu propio picadero cubierto. A continuación encontrarás algunos consejos para diseñar y construir tu propio picadero.
Zona y terreno
Lo primero y más importante es que construyas en un terreno elevado, para que el agua de lluvia fluya cuesta abajo, alejándose del picadero, y no hacia el interior. Una vez que hayas encontrado la ubicación adecuada, deberás cubrir el suelo del picadero interior con 15 cm de grava de foso para obtener un subsuelo firme que ofrezca un apoyo óptimo a la equitación. Encima debe haber arena, piedra caliza o arcilla (según tus preferencias de equitación). La cantidad de material de la superficie no debe superar los 10 cm, ya que demasiado sedimento no amortiguará el aterrizaje del caballo y puede dañar los tendones y otros tejidos blandos de las patas. Elijas lo que elijas, la nivelación debe tener una pendiente del 1% hacia abajo desde el centro para conseguir un drenaje óptimo del agua que penetre en tu picadero cubierto. Debes tener muy en cuenta el drenaje, lo último que quieres es un picadero lleno de barro y un suelo de equitación completamente arruinado.
Estructura
La estructura en sí puede ser del tamaño que quieras, pero en general todo lo que tenga más de 18 metros de ancho debe ser de acero. Los picaderos más pequeños pueden construirse con un armazón de madera, pero todo lo que tenga un tamaño óptimo para montar deberá ser de acero para soportar su amplio tejado. La longitud de tu picadero interior debe ser de al menos 60 pies, pero en la mayoría de los casos suele ser el doble de la anchura del picadero. Querrás tener espacio suficiente para montar suficientes saltos y para que varias personas monten a la vez sin estar apretadas. Además, querrás tener una puerta corredera lo bastante grande para que el caballo pueda entrar o salir fácilmente del picadero. También debes tener suficientes ventanas alrededor del picadero para que entre la luz natural, al tiempo que se crea una conexión con el exterior.
Interior
Aparte de tener el picadero construido con una base adecuada de arena y grava, el interior tiene que estar construido de forma que optimice el uso de tu picadero interior. Asegúrate de que haya una ventilación adecuada para mantener el aire fresco y limpio para ti y tu caballo, y para que el picadero no huela mal (en la medida de lo posible). Acolcha la parte inferior de las paredes con una plancha de contrachapado para que sirva de trampolín y evite que los caballos se golpeen los cascos contra las vigas de acero de las paredes. Además, asegúrate de tener iluminación suficiente para que puedas montar de día y de noche.
Complementos a tener en cuenta
¿Por qué no hacer tu picadero lo más funcional posible? Considera la posibilidad de añadir una nave de transporte para cargar o descargar tus caballos hacia y desde el picadero. Los remolques pueden aparcar en un recinto cubierto y transportar fácilmente a los caballos dentro y fuera del edificio. Añade establos en un lado del ruedo para alojar a tus caballos. Sólo tienes que ir con tu caballo de un lado a otro del edificio cuando estés listo para montar. Por último, considera la posibilidad de añadir un mirador para que tus amigos, familiares y compañeros ecuestres puedan ver a los jinetes entrenar y competir con su caballo. Construir un picadero cubierto puede ser toda una empresa, pero es muy gratificante. Una cosa es segura: el acero es la forma más eficaz y segura de construir tu picadero. Ponte en contacto con Toro Steel hoy mismo para empezar a planificar tu picadero interior y conseguir el espacio óptimo para ti y tus caballos.
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